
La escultura mide 1,44 metros de altura máxima
en la actualidad, dado que le falta la cabeza y parte de las piernas, por lo
que podría alcanzar una altura de 1,90 o 2,00 metros. Esta
realizada en mármol blanco brillante de una calidad media, esto nos hace pensar
en la existencia de una cantera en las proximidades de la sierra de Mijas, que
proporcionaba mármol idéntico. También podría tratarse de mármol de Coin.
Hay que relacionar este hallazgo con otra
escultura encontrada en la misma zona, se trataría de una divinidad acuática
fechada en el siglo II, ingresada en el museo de Málaga. Estos datos juntos con
la apararición de diversos bloques de mármol, nos daría a pensar la existencia
de un taller local, aunque fuera de segundo orden.
Vista de frente observamos la inexistencia de la
cabeza, solamente quedaría el arranque del cuello. Del brazo derecho apenas se
conserva el arranque, este podría doblarse a la altura de la cadera y
continuando hacia el pecho izquierdo. Todavía se conservan restos de los dedos
pero muy regastados. El bazo derecho a desaparecido totalmente, sin embargo en
el muslo derecho se puede observar los restos de la mano que se apoyaba sobre
el.
A la altura de los muslos y pegado a ellos, esta
el manto que envolvía a la escultura dejando vislumbrar los detalles anatómicos
de la escultura. En el muslo izquierdo se repliega y se recoge en un pliegue
formando un bulto. Otro repliegue tapa el pubis, lo que podría entenderse es
que la mano derecho podría alargarse un poco mas. El peso de la escultura recae
sobre la pierna izquierda, ya que la derecha se flexiona hacia atrás tocando
solo con la punta del pie.
El perfil derecho se aprecia la fractura que
separo el brazo izquierdo del tronco. También el repliegue del manto, que se
amontona hacia la parte trasera.
En el reverso de la escultura se ven los bucles
que caían sobre el hombro. Visto desde esta perspectiva la fractura que separo
el brazo derecho se ve con más claridad. La anchura de las caderas nos deja
apreciar unos glúteos de gran tamaño. Por debajo de ellos va enrollado el
manto. Debajo del glúteo izquierdo observamos un muñón que podría
corresponder con algún tipo de soporte o sujeción.
Teniendo en cuenta estos datos, la disposición de
brazos y piernas y por otro lado el ropaje, podríamos hacer algún tipo de comparación.
Parece evidente el paralelismo con otra Venus famosa como la Médicis o la capitolina.
En la península ibérica tenemos varios ejemplares
como podría ser la Venus
del delfín (museo del prado) que podría datarse en el siglo I. también el torso
de Venus del museo arqueológico de Elche. La Venus más característica seria la Landolina, en el museo
nacional de Siracusa.
La
Venus de la colección loringiana también podría ser un buen
ejemplo de comparación, por los paños del ropaje. Podría tratarse de una
escultura del siglo I o II.
Podemos afirmar a modo de conclusión que nos
encontramos antes una escultura que copia fielmente el prototipo griego
ampliamente recibido en época romana, por la similitud con las otros ejemplos dados así podemos afirmar, que debido a esa similitud en ropajes, anatomia, forma de los brazos y piernas. Todo ello coincidiendo con el
florecimiento artístico que se dio en las provincias hispánicas en época de
Adriano; por lo que podríamos situar a nuestra Venus en esa época con bastante aproximación.
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